Desinhibida, alegre y dicharachera es la gente que habita en Naiguatá, pueblo turístico por excelencia con el mayor número de expresiones culturales y tradicionales del estado Vargas, en el corazón del litoral central venezolano, cuna de una de las once cofradías de los Diablos Danzantes y de otras expresiones como el Entierro de la Sardina y las fiestas de San Juan Bautista.
Este domingo, 4 de octubre, la parroquia fundada en 1910, arriba a sus 305 aniversario, ocasión que es celebrada por sus habitantes con fiestas populares en honor a San Francisco de Asis, su patrono.
Naiguatá, nombre del aguerrido cacique que se opuso a la conquista española, es el nombre de la parroquia que se extiende desde poco antes de Carmen de Uria, en el paso de Los Caballos, hasta la Ciudad Vacacional Los Caracas. Su parroquia es el pueblo honónimo, asentamiento humano desde tiempos precolombinos.
El sincretismo cultural y religioso, propio de la conquista, más el ambiente mágico del lugar, permitió conjuntar una nutrida agenda de celebraciones que van desde Año Nuevo, la Parranda al Niño y la llegada de los Reyes Magos, en enero, pasando por el Entierro de la Sardina los miércoles de ceniza, Corpus Christi y los Diablos Danzantes, los Tambores a San Juan Bautista, San Pedro y San Pablo, las fiestas de la Virgen de Carmen de Uria, Santa Ana y Nuestra Señora de Coromoto.
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