sábado, 8 de julio de 2017
La comercial Porlamar, Erika Paz
Porlamar tiene un centro que se esconde tras grandes avenidas, no muchos visitantes lo caminan tal vez porque sus calles son angostas y sus casas que en otros tiempos lucieron brillantes colores en sus altas paredes hoy están viejas y desconchadas.
Es un centro que tiene olor a mar porque cerca está la playa, la misma línea de costa que va desde el lugar donde se encuentran los pescadores casi de madrugada con sus chinchorros y lanchas, va paralela a aquella avenida de centros comerciales y nuevas urbanizaciones y pasa por el Paseo de La Caracola y su ambiente deportivo.
Mientras recorremos parte de ese centro para llegar al Mercado, Rubén Santiago me va señalando donde hubo una pizzería muy famosa hace 30 años, donde quedaba una tintorería y otros tantos comercios, el lugar donde se levantaron algunos restaurantes que no tuvieron la misma suerte del preservarse en el espacio y en el tiempo como el suyo. Tomamos de repente esa vía que llaman 4 de Mayo, de la que también mi anfitrión tiene sus recuerdos, igual que yo.
Le digo que en algún momento la caminaba y entraba de un local a otro haciendo compras. Porque de eso se trataba la visita a la capital del Municipio Mariño, de recorrer una zona comercial de más de dos kilómetros de largo que ofrecía artículos importados, licores, comidas, ropa, calzado. Como también se trataba de alojarse en buenos hoteles y comer en las mejores fondas.
Llegamos al Mercado Municipal de Punda, que todos conocen como Los Cocos, porque cada mañana Rubén viene a buscar eso que el mar que rodea esta isla regala para sustento de muchos. Viene también a este sitio porque puede encontrarse con lo que más le gusta de Margarita que es su gente. De vivir acá ama el hecho de que todos se conocen por su nombre sin importar sus condición económica. Así que él va por los pasillos de este convulsionado centro de acopio preguntando por madres, hermanos, hijos, lamentando la muerte de algún abuelo o celebrando un nacimiento, al mismo tiempo que consulta el precio de los cangrejos, la frescura del pargo o la llegada del chucho con la que prepara su famoso plato.
Leer mas: http://www.eluniversal.com/noticias/guia-turistica/comercial-porlamar_659505