Andrés Izarra, otro de los "toeros" del régimen cubano, tiene varios meses anunciando lo que será el gran programa en materia de turismo y promete elevar la cifra de visitantes a cotas jamás vistas. Lo primero que tiene que saber es que Aruba, esa pequeña isla al frente de Venezuela con una gran y hermosa playa que da cara al sur, pero con una terrible costa en su frente norte, una excelente hotelería, buenas atracciones y zonas de compras; nos supera con casi 1.600.000 visitantes por año. El año pasado Venezuela estuvo por debajo de 1.000.000 de turistas extranjeros. Y, como todo el mundo sabe, sin tonos despectivos y solamente con la intención de abrir la comparación, Venezuela tiene muchísimo más que ofrecer que la pequeña isla caribeña.
Ni hablar de Francia, Madrid, Nueva York, Hong Kong o Londres para meternos con los machos. O, porque tampoco competimos, Bogotá, Lima, Buenos Aires, Río de Janeiro, Santiago de Chile, solo por mencionar algunas de las más atractivas capitales del mundo. Esas ciudades reciben a decenas de millones de turistas cada año. Si hablamos de cada uno de esos países la cifra se multiplica. Es que, sin menospreciar, hasta República Dominicana tiene a Venezuela de perinola en materia turística. Por eso, señor Izarra, su tarea será titánica, como las luchas mundiales del comandante muerto. ¿Dónde está la diferencia? No hay que darle mucha vuelta. En serio, se trata de programas turísticos de atracción serios, bien elaborados, diseñados a futuro y con el aporte anual de recursos que van formando una estructura general de bienes y servicios que brindará estadías satisfactorias y seguras a los visitantes. Es decir, dinero, proyectos serios, infraestructura, educación y seguridad para la atención del visitante. Eso es lo que vemos en otras naciones, las naciones serias.
En Venezuela, para variar, más allá de la inconsistencia histórica, hoy basta con el chavismo y sus males para alejar a los visitantes del gran turismo mundial, es decir, la gente común y las grandes corporaciones.
¿Qué tipo de gente viene a Venezuela? Probablemente la gran mayoría sean los agentes internacionales del Foro de Sao Paulo que andan de cumbre en cumbre, pero en Caracas. Vienen franceses y europeos en
general en plan de conocer a una revolución tropical y a sus aborígenes socialistas. Y, claro, la cubanamentazón que todos conocemos más la gente del ALBA a buscar lo suyo. Pero todo eso se anota como turismo internacional.
Izarra, nos imaginamos, sabe bien que para que este país arranque en esa materia, además de la seguridad e infraestructura, necesita que el gobierno admita lo malo que es en todo y se arranque de nuevo con otra
visión.
Lo demás lo puso Dios.
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