Los recursos naturales son el fuerte de Venezuela, no sólo por la gran cantidad de reservas de petróleo, sino por las islas vírgenes en el Caribe, las selvas tropicales y los distintos paisajes. Es casi como un paraíso terrenal; pero su belleza contrasta visiblemente con los problemas para atraer a los turistas.
La alta tasa de inseguridad y de violencia, con 16.000 homicidios cometidos en 2012 y un potencial de 25.000 asesinatos para este año, ahuyentan a los visitantes extranjeros. De acuerdo con información oficial, el país sólo recibe anualmente a unas 700 mil personas, muy por debajo del resto de los países de la región.
A esto se suma la desinversión en infraestructura: faltan plazas hoteleras, rutas aéreas y circuitos amigables para el turista, así como promoción internacional. Por otro lado, el viajero se encuentra con un artificial cambio oficial de 6,3 bolívares, mientras que en el mercado negro la moneda vale cinco veces más.
"Al extranjero, con el cambio oficial le sale carísimo viajar dentro de Venezuela, porque los precios de los hoteles y los servicios están calculados al dólar paralelo. Y al turista nacional, que accede a los dólares oficiales, le sale mucho más barato viajar fuera del país", afirma Marilucy Beltrán, presidente de la Asociación Venezolana de Agencias de Viajes y Turismo.
Por su parte, el director regional para las Américas de la Organización Mundial del Turismo (OMT), Carlos Vogeler, explicó a la agencia de noticias AFP: "El mayor enemigo del desarrollo del turismo en Venezuela ha sido el petróleo. Cuando un país tiene un fuente de ingreso de divisas tan importante, tiene la tentación a desatender las otras".
No obstante, en los últimos días, el Gobierno anunció su voluntad de hacer de Venezuela un destino turístico. El ministro del área, Andrés Izarra, planea alcanzar el promedio mundial de aporte del turismo al PIB, que es de 9 por ciento.
"Nuestra meta es llegar al millón de turistas que nos visitan desde otros países, pero creo que eso lo lograremos para la próxima temporada", aseguró Izarra y consideró que 2014 será el año del "despegue del turismo".
Desde que fue nombrado por el presidente Nicolás Maduro, Izarra creó la campaña "Venezuela, el destino más chévere", inauguró nuevas rutas áreas, reinauguró aeropuertos y se reunió con empresarios.
Los países de alrededor reciben muchos más visitantes que Venezuela. Según la OMT, Colombia, que en 2008 lanzó la campaña "El riesgo es que te quieras quedar", recibió 2,1 millones en 2012; República Dominicana, 4,5 millones; Brasil, 5,6 millones, y Cuba, 2,6 millones en 2011.
Para revertir la tendencia, el Gobierno deberá trabajar intensamente en la infraestructura, pero sobre todo en mejorar la seguridad y trabajar en circuitos turísticos en los que el visitante se pueda desenvolver sin peligro.
InfobaeAmerica
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