1/28/2013

Restaurantes con menús limitados por la escasez

Comensales declinan ante ausencia de ingredientes ARCHIVO
Los comercios han tenido dificultades para conseguir todo lo que necesitan

Se ha vuelto una práctica común que el mesonero de un restaurante o la persona que atiende un local de comida rápida advierta a los clientes que hay limitaciones en el menú por falta de insumos.

Ingredientes básicos y que son, en la mayoría de los casos, de producción nacional no están disponibles para preparar los platos que los comensales desean degustar, según se evidenció en un recorrido realizado por El Universal.

"No tenemos queso cheddar para la ensalada", "no hay sándwich porque no hay pollo", "le ofrecemos ensalada porque no tenemos papas fritas", "no hay helado", "no hay crema chantilly", y un sin fin de "no hay" hacen que ante la frustración muchos clientes declinen de la idea de hacer algún pedido.

"Esta situación nos está trayendo problemas, pero los clientes no entienden que no es nuestra culpa sino que hay mucha escasez. Hacemos el esfuerzo de conseguir la mercancía pero ahorita está difícil", expresó Claudio Blanco, encargado de un restaurante en La Candelaria.

Los locales de comida caliente no escapan de la crisis de abastecimiento que hay en el país desde finales de 2012.

Ingredientes para platos principales como pollo y carne no han sido fáciles de encontrar. En pescado sólo ofrecen tres variedades porque son las que se consiguen fácilmente y a precios asequibles.

"Los proveedores siempre cumplen, pero las cantidades han disminuido. Nosotros nos adaptamos a lo que tenemos y eso es lo que ofrecemos a los clientes", apuntó John Meneses, capitán de una churrasquería en la avenida Urdaneta.

Ante la necesidad de tener todo lo necesario para la preparación de los platos, algunos restaurantes han optado por comprar mercancía. Los más pequeños acuden a mayoristas y están casi al día con lo que hay en el menú.

Explican que la escasez no sólo se resume en molestias para los comensales sino que también representa un problema de costos, pues los productos que tienen dificultades en el mercado se cotizan más caros.

El problema está al momento de hacer ajustes en los precios al consumidor, pues ahora deben pasar por el Instituto de Defensa a las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (Indepabis) para hacer la notificación.

"Tampoco podemos trasladar todo al precio final porque entonces perdemos clientes. Somos conscientes de que la situación está difícil para todos", apuntó Meneses.

Los encargados de restaurantes destacan que la situación ha mejorado en la última semana, pero lo que fue diciembre y principio de enero estuvieron "críticos".

En las cadenas de comida rápida, además de los problemas locales, también hay otros factores vinculados con las importaciones de algunos insumos: escasez de divisas y trabas en los puertos.

En esos casos, explicaron los gerentes de tiendas consultados, que lo único que pueden hacer es advertirle a los comensales que su pedido saldrá con algunos ingredientes menos y, dependiendo del plato, deciden no ofrecerlo.

"Si no hay pollo no podemos ofrecer ni sándwiches ni hamburguesas. Pero si lo que falta es aguacate, por ejemplo, lo ofrecemos pero le advertimos a la gente que de eso no hay", expresó el encargado de una franquicia que pidió no ser identificado.

Pero la escasez no sólo se limita a los alimentos. Los comercios han tenido bajas en los inventarios de licores extranjeros, gaseosas, pulpas de frutas, mezclas para helados y harina de trigo para postres.

ANGIE CONTRERAS C. | EL UNIVERSAL