A medida que se acerca el fin de año sube la adrenalina de los viajeros así como el deseo de divertirse.
La selección del destino para recibir el nuevo año es algo serio; no se puede tomar la decisión a la ligera. En vista de la cercanía de la fecha es importante escoger el lugar donde le gustaría decir "¡Feliz Año!" a sus seres queridos. Sin duda, un entorno distinto al hogar, dentro o fuera del país, representa una tentación para las familias y parejas en las vacaciones decembrinas.
Una isla paradisíaca en el Caribe, con playas de aguas tranquilas y cálidas, donde chapotear, nadar, tomar el sol y disfrutar una fiesta informal, forma parte de las ofertas de los mayoristas turísticos. Los venezolanos, amantes de los deportes acuáticos y del sol suelen disfrutar en Margarita, Los Roques, La Tortuga. Pero también están las playas de los estados Miranda y Falcón, con otras características, incluso algunas ideales para el surf y le velerismo.
En los destinos costeros esperan las actividades programadas para Navidad y fin de año, donde no faltará la rica comida local, música en vivo para el deleite de los visitantes, excursiones, parrandas, diversión para los niños, golosinas.
Cuando la selección se orienta a los destinos de montaña, uno de los preferidos en el país es la Gran Sabana, en el estado Bolívar. Su entorno natural despierta en el turista el deseo de recorrer sus tepuyes, el Parque Nacional Canaima, los distintos saltos y los ríos.
Actualmente, hay diversos paquetes hacia el destino, con la posibilidad de sobrevolar el salto Ángel, postulado en la lista de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo. Los viajeros disfrutan de un recorrido que se hace a pie, en vehículo 4x4, en curiara y hasta en avioneta si el estado del clima lo permite.
Es importante tener el impermeable a la mano porque puede llover repentinamente. Por otro lado, no puede faltar la cámara fotográfica, la cual debe proteger durante el traslado en curiara puesto que el agua salpica fuerte.
En otras latitudes donde la nieve nunca se va de vacaciones, como la Antártida, al visitante le espera un recorrido en barco, el encuentro con los pingüinos, los glaciares de imponente belleza y actividades propias del entorno invernal. MARILIN PINO A. | EL UNIVERSAL
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